Gastronomía

Carboneros está encuadrado en las estribaciones de Sierra Morena y junto a lo que hoy es la autovía nacional IV, en otros tiempos antiguos camino real de diligencias que unía Madrid con Sevilla, y encuadrado dentro de las nuevas poblaciones fundadas por Carlos III. Este triángulo formado entre la sierra, el campo de olivos y la carretera nacional, ha dado lugar a que se desarrolle lo más característico de su gastronomía. De la actividad cinegética sobresale lo que en Carboneros conocen los cazadores como «liebre al barrillo», donde la carne una vez troceada y sofrita, se deja cocer en un caldo de vino blanco, o cerveza, y llegado el caso hasta Calisay, con pimientos cortados en trozos grandes, tomate crudo, cebolla picada y una guindilla. Queda la liebre entre una salsa que simula barro, de ahí el nombre, que se toma mojando en ella sopas de pan y haciendo correr la bota de vino, por mor y efectos del picante de la guindilla.

En Carboneros se siguen haciendo matanzas de forma artesanal, embutiendo chorizos y morcillas, preparando lomo de orza, y guardando los torreznos para las migas en los días de lluvia o muy nublados, que es cuando las pide el cuerpo.

Platos tradicionales de Carboneros son la «ensalada de cominos» y las «gachas de harina de guijas», guisos que recuerdan tiempos de hambruna pero que hoy son platos muy apreciados en los menús de las salidas festivas al campo, sobre todo cuando se les acompañaban de unas sabrosas pipirranas. No menos tradicionales son las «gachas dulces de los Santos» para noviembre, y las «flores de Semana Santa», que sirven de postre a los potajes de vigilia de garbanzos y bacalao, tan propios de dichas fechas de penitencia.

Especial destreza han adquirido algunos bares-restaurantes en el arte de los asados a la brasa, en los que justa fama han adquirido sus chuletas asadas, ya lo sean de cordero, choto o cerdo, durante varias generaciones.

El estar Carboneros ubicado junto a la carretera le ha hecho tener un especial contacto con los frutos del mar, debido sobre todo a los muchos camiones que desde hace décadas han cruzado sus calles, parando en ellas, llevando el pescado desde las costas del sur hasta Madrid. De esta circunstancia hoy nos queda un delicioso «besugo a la brasa» que con maestría preparan en algunos restaurantes. Artesanalmente, para mejor conservar el pescado, se preparaban, y aún hoy se preparan, por las amas de casa carbonerenses unos sabrosos escabeches.

Bar “El Tejar”

Muy recomendable Cocina tradicional mediterránea , buenos guisos , carne riquísima tanto cerdo , cordero y ternera , berenjenas las mejores, trato muy cercano y cariñoso de juan y su señora.buen sitio y tranquilo para Mparar en ruta A4

Café Bar Emilio

Muy recomendable Cocina tradicional mediterránea , buenos guisos , carne riquísima tanto cerdo , cordero y ternera , berenjenas las mejores, trato muy cercano y cariñoso de juan y su señora.buen sitio y tranquilo para Mparar en ruta A4

Restaurante “Acebuche”

Hemos parado hoy a comer, la comida estaba riquisima y el trato del personal del restaurante ha sido excelente. Estaba todo super fresco, se notaba que estaba recien hecho. Las instalaciones son muy agradables y esta todo muy limpio, lo recomiendo.

Restaurante “El Olivo de Don Pablo”

Paramos a desayunar de camino, que buena elección!! Estuvimos en la terraza bajo el sol la mar de agusto, los bocadillos muy buenos igual que el café y la atención.