Cultura
Iglesia de la Inmaculada Concepción
El edificio más significativo de Carboneros es su iglesia parroquial, dedicada, como tantas otras de la misma época, a la advocación de la Inmaculada Concepción. El templo, levantado en el último tercio del siglo XVIII, presenta un gran empaque arquitectónico dentro del más puro estilo neoclásico. Representa, pues, la nueva tipología de la arquitectura de la razón, que tiene como referencia la adecuación entre la funcionalidad pura y la geometrización de la forma. La severidad funcional de sus formas se adecúa además perfectamente al gusto por la volumetría desnuda.
Su portada no está en línea con la calle, sino que se desplaza hacia atrás, propiciando una falsa plaza de forma elíptica como espacio urbanístico de respeto. La fachada, que no hace concesiones a la ornamentación, es de magnífica sillería y presenta pilastras en las esquinas. Con una perfecta simetría, el cuerpo central consta de arco de medio punto enfatizado por un entablamento dórico-toscano coronado por frontón y dos grandes nichos también flanqueados por pilastras. En el segundo piso se abren cuatro grandes óculos. La espadaña, incorporada tardíamente, subraya que la iglesia debe ser el edificio oficial de mayor altura del municipio.
Interiormente su planta, de una sola nave, es rectangular y se cubre con bóveda de medio cañón que descansa sobre falsos arcos de medio punto con molduraciones geométricas. La cabecera es plana y el coro se sitúa a los pies.
Pósito
Situado frente a la iglesia, es una obra en mampostería encalada también del último tercio del siglo XVIII. Presenta una estructura predominantemente horizontal, con puerta adintelada que marca la simetría, a la que se accede a través de dobles escaleras, flanqueada por dos ventanales rectangulares.
La planta es en forma de "U" y tiene una sola altura. La nave principal está dividida longitudinalmente por una arquería de medio punto sobre pilares cuadrados, arquería que corre paralela al alzado principal, y sobre ella se sucede otra serie de arcos de medio punto. Recientemente ha sido rehabilitado como biblioteca y centro cultural.
Embalse de La Fernandina
El entorno del embalse de La Fernandina presenta bellas imágenes del bosque mediterráneo adehesado, con presencia de abundantes encinas, siendo unl lugar ideal para el desarrollo de una interesante ganadería extensiva. Desde el punto de vista geológico abunda sobremanera la pizarra.
Emplazamiento: Al este del casco urbano, muy cerca de la aldea de El Acebuchar.
Distancia: 7 km.
Medio: Vehículo turismo.
Vía de acceso: Tomando la JV-6.034 en dirección a El Acebuchar. Aquí continuaremos la carretera hasta enlazar con la JV-6.035 en sentido Linares
Esta población fundada en 1767 por colonos venidos de distintos paises de Europa, tiene por patrona a la "Inmaculada Concepción" patronazgo que comparte con otras poblaciones fundadas por Carlos III. En su honor se celebran fiestas desde el 7 al 9 de Diciembre en las que se celebrar el dia 8 de Diciembre la santa misa y la procesión de la imagen por las calles del municipio y por supuesto en todos los dias de fiesta se organizan actividades culturales, deportivas y ludicas.
En los primeros días de agosto se celebran las populares Fiestas de la Fundación, en las que además de los bailes populares amenizados con orquestas por la noche, tiene lugar durante el día la organización de divertidos concursos, como ha sido durante algunos años el caso de las carretas de burros.
El fin de semana más próximo al 15 de mayo los carbonerenses celebran, desde hace más de medio siglo, la romería de San Isidro, cuya imagen llevan en procesión hasta la aldea cercana de El Acebuchar, donde en un improvisado altar decorado con flores y guirnaldas tiene lugar una misa en honor del santo protector de los agricultores. Después, a la sombra de unas centenarias encinas, que por allí llaman chaparros, ubicadas en los aledaños de la aldea, cada familia pasa este fin de semana en un ambiente festivo, donde no faltan la comida, la bebida y los bailes populares. Los actos comienzan el sábado, preludio de la romería, donde tiene lugar una verbena en la aldea, concluyéndose el domingo con el retorno de la imagen del santo a Carboneros .
La pedanía de La Mesa, llamada así por estar en un promontorio plano, es la aldea más populosa de Carboneros, y tiene la circunstancia curiosa de ser la única de todas las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena que no fue fundada por el intendente Pablo de Olavide, sino por su sucesor Miguel de Ondeano. Es esta aldea la única de todas las poblaciones carolinas que guarda la tradición de celebrar el Día de la Cruz a primeros del mes de mayo, fiesta y verbena que concentra a muchos habitantes de la comarca.
La celebración del Domingo de Resurrección a través de lo que popularmente se conoce como "fiesta de los pintahuevos" es, junto a algunos ojos claros, cabellos rubios, y unos apellidos de fonética germánica, el único vestigio que nos recuerda hoy la procedencia centroeuropea de los colonos que poblaron, en el siglo XVIII, este lugar de Sierra Morena llamado Carboneros.
El pintahuevos consiste en decorar huevos con vivos colores que luego son comidos formando parte de pipirranas y ensaladillas el día del Domingo de Resurrección. En Carboneros esta tradición, común en otras poblaciones de Sierra Morena, tiene la particularidad de que las abuelas solían preparar, y aún lo hacen hoy, con las palmas que se procesionan el Domingo de Ramos, unas artísticas cestitas que ofrecían a cada uno de sus nietos para que pasearan en ellas los huevos pintados, uno de cada color, hasta que les llegara la hora de ser comidos en el almuerzo del Domingo de Pascua.
La actividad artesanal en Mágina ha sufrido un progresivo declive en las últimas décadas, debido a los procesos de industrialización que dificultan su competencia y a la falta de relevo generacional que favorezca la continuidad de la actividad y la introducción de elementos innovadores.
A pesar de ello, en la comarca existe una importante diversidad de actividades artesanales, algunas con una fuerte tradición, como las relativas a la transformación de fibras vegetales (esparto, anea, pita y mimbre), a la madera (ebanistería, elaboración artesanal y restauración de muebles), al textil (bordados, encajes de bolillos, malla y ganchillo), a la forja y la cantería y a la alimentación (repostería, chacinas, mermeladas y licores). A esto hay que añadir otras actividades de reciente introducción, como la producción de soldados de plomo, la elaboración de perfumes y cosméticos, la cerámica y la alfarería.
Las labores de esparto constituyen la actividad con mayor implantación y representación en Mágina y se encuentra en la actualidad en proceso de renovación, tras unos años de decadencia originada por las transformaciones de la actividad agrícola a la que estaba originalmente dedicada en mayor medida la producción de objetos de esparto. Las empresas y los/las artesanos/as que siguen desarrollando este trabajo están enfocando su labor hacia la producción de objetos decorativos, alfombras, esteras, etc.
Otras actividades artesanales con una presencia destacable en la actualidad son las que se refieren a la transformación de la madera, como es el caso de los "dornillos" de Pegalajar (cuencos con incrustaciones de taracea), la elaboración de muebles artesanos y los trabajos de talla y ebanistería, principalmente en Huelma, Noalejo y Torres.
Las labores de bordado y de bolillos se mantienen y están siendo en cierta medida recuperadas gracias a algunas asociaciones de mujeres de la comarca, que incluyen entre sus actividades talleres específicos para la preservación de estas técnicas.
En lo que se refiere a la producción agroalimentaria artesanal, ligada a un modelo de economía de autoabastecimiento eminentemente rural, hay que mencionar la repostería, las chacinas, los licores y las mermeladas, que ofrecen una gran riqueza y diversidad. Cabe destacar los almendrados de Albanchez de Mágina, los turrones de Huelma, los nochebuenos de Noalejo, así como el pan y ciertos dulces de Cambil. La producción de chacinas por su parte, manteniendo la riqueza de su elaboración artesanal y la calidad de las materias primas, está suponiendo una importante fuente de empleo en la comarca y constituye un sector de actividad emergente y con un gran potencial. Lo mismo ocurre con la elaboración de mermeladas, que permite la oferta de productos con una personalidad diferenciada y contribuyen al mejor aprovechamiento de los recursos frutas de la comarca. Es el caso de la Cooperativa El Arca de Cánava, de Jimena, que elabora mermeladas con higos, brevas, calabaza y cerezas, entre otras frutas.
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